Una vez que has formulado el problema que deseas resolver con IA, debes definir qué constituye un éxito para tu proyecto y cómo se medirá. En los proyectos de IA, el éxito puede tener muchas formas, pero siempre debe ser mensurable para que el progreso sea evaluado objetivamente.
Las métricas de éxito deben alinearse con los objetivos específicos del proyecto. Por ejemplo, si estás desarrollando un modelo de IA para el diagnóstico médico, el éxito podría medirse en términos de precisión y recall (sensibilidad). Estas métricas indican qué tan bien el modelo identifica correctamente las enfermedades (verdaderos positivos) sin generar falsos negativos ni falsos positivos en exceso.
Ejemplo: Un proyecto de reconocimiento facial podría considerar exitoso su modelo si este puede desbloquear el teléfono del propietario con al menos un 90% de precisión, mientras que garantiza que no se desbloquee para ninguna otra persona.
La medición del éxito no es un evento único, sino un proceso continuo. Es importante monitorear el rendimiento del modelo en producción para asegurarse de que sigue cumpliendo con los objetivos y ajustarlo cuando sea necesario. Los equipos de IA deben estar preparados para refinar los modelos y mejorar sus métricas a medida que recopilan más datos.