Muchas de las cuestiones anteriores, así como algunas otras, no escapan a la atención de los legisladores y otros profesionales del derecho. Las leyes que abordan directamente la IA y cómo esta podría regularse todavía están en desarrollo, pero sin duda se convertirán en una preocupación importante para las personas, los grupos y las empresas. Estas leyes regularán la IA para reducir el potencial daño físico y psicológico.
Si bien la ley de IA aún está en desarrollo, hay muchas leyes activas en este momento que afectan directamente a los procesos que interactúan con la IA. Los países y otras jurisdicciones promulgaron leyes que afectan la forma en que se recopilan, almacenan y administran los datos personales, y cómo se accede a ellos. Un ejemplo es el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la Unión Europea, que es una de las leyes para resguardar la privacidad de los datos más recientes y prominentes. Respalda el derecho de un individuo a la privacidad de sus datos y penaliza a las organizaciones que violan esta privacidad. Si bien esto proporciona cierta protección a las personas y a sus datos, como se discutió anteriormente, ya que los sistemas de IA recopilan y analizan datos a una escala y con un nivel de inteligencia sin precedentes, hay instancias en los que las organizaciones pueden violar las protecciones del RGPD sin siquiera ser conscientes de ello.
Otras leyes pueden afectar la IA cuando se trata de: